Día Mundial de la Alergia

El Día mundial de la alergia se celebra el 8 de julio.

Según la Organización Mundial de la Salud, 300 millones de personas padecen asma y 400 millones se ven afectados anualmente por rinitis alérgica.

El 8 de julio es el Día Mundial de la Alergia, fecha en la que la Organización Mundial de la Salud pretende alertar a la población sobre la importancia de controlar estas alergias.

La cantidad de enfermedades alérgicas está aumentando en todo el mundo, lo que constituye un importante problema de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud y otros órganos rectores.

Y las alergias están aumentando debido a los cambios en nuestro medio ambiente y nuestro aire.

La mayoría de las reacciones alérgicas son leves y pueden controlarse fácilmente.

Ocasionalmente puede ocurrir una reacción grave llamada anafilaxia o shock anafiláctico.

Esta situación constituye una emergencia médica y requiere tratamiento urgente.

Diagnóstico

Para un diagnóstico de rinitis alérgica, la historia clínica debe complementarse con investigaciones de sensibilización a alérgenos, mediante pruebas cutáneas o titulación de anticuerpos específicos en la sangre del paciente. Las pruebas de sensibilidad cutánea son las más utilizadas.

Consisten en colocar una gota de un líquido que contiene una sustancia potencialmente alérgica en el antebrazo del paciente.

Luego, la piel se pica suavemente. Si el paciente es alérgico a la sustancia, algún tiempo después habrá hinchazón y picazón en ese lugar. Esta prueba es indolora y muy segura.

Los análisis de sangre se pueden usar solos o junto con pruebas de sensibilidad cutánea para ayudar a diagnosticar las alergias más comunes.

Se extrae una pequeña cantidad de sangre, que luego se analiza en busca de anticuerpos específicos producidos por el sistema inmunológico en respuesta a un alérgeno.

Tratamiento

El tratamiento más eficaz para la rinitis alérgica es excluir el alérgeno responsable de los síntomas .

Por ejemplo, en el caso de alergias al pelo de animales, deben mantenerse fuera de casa el mayor tiempo posible y lavarse con frecuencia; en caso de alergias al moho y hongos.

Mantenga la casa seca y bien ventilada; en la fiebre del heno, quédese adentro y evite las áreas con hierbas cuando el conteo de polen es alto; en caso de alergia a los ácaros domésticos, use edredones y almohadas a prueba de alergias y prefiera pisos de madera en lugar de alfombras o moquetas.

Para el tratamiento farmacológico, esto debe decidirse con el médico tratante. Sin embargo, los medicamentos recetados con más frecuencia incluyen: antihistamínicos (antialérgicos).

También se recomienda usar un buen filtro de aire que elimine los alérgenos en el aire para ayudar a minimizar el ataque de los alérgenos mientras están dentro de casa.

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